Nadie habla de ello, pero es una realidad como un templo. Los malditos nervios te van a traicionar y cinco minutos antes de salir tendrás que buscar un baño para clausurar. No importa el tiempo que estés en casa. El apretón será proporcional a la importancia de la carrera. Menos mal que los que corremos en el monte tenemos más campo.
Como cabras